El desaguisado, de tintes cómicos olvidables, representa una serie de malas decisiones, desencuentros y escasa colaboración entre autoridades y prestadores de servicios. El sitio, lanzado en administraciones pasadas con grandes objetivos, es el resultado de planes conjuntos entre ambos sectores para fomentar el turismo en el país, con beneficios directos para los operadores del sector. El sitio web se convirtió en uno de los más visitados de las plataformas administradas por el gobierno federal, y apoyo para miles de empresas Pymes que no generan recursos suficientes como para emprender sus propios planes promocionales.
El secuestro que de la página hizo la empresa Tecnocen, ridiculizando nuestra ‘ventana al mundo’ con grotescas traducciones, hace evidente la falta de control que existe sobre los activos intelectuales que controla la Federación. Hoy, los países poseen un extenso catálogo de intangibles patrimoniales de enorme valor, desde denominaciones de origen hasta expresiones de folclor, pasando por figuras tan relevantes como la llamada ‘marca país’. A nivel de tecnología, las patentes de los diversos institutos, centros de investigación y universidades públicas, conforman también un valioso portafolio de derechos que es propiedad federal.
En el tema de los programas de computación, se impone como indispensable que cada dependencia posea un inventario de programas que emplea bajo licencia, así como del software del que el gobierno es propietario, bajo la figura de obra por encargo. De no levantarse un inventario puntual y actualizado, se corre el riesgo de incurrir en uso ilegal de derechos de terceros. En todo este contexto, la seguridad informática de los sitios oficiales, por definición, requiere de controles y administración profesional.
El asunto recuerda la necesidad de que las dependencias de gobierno hagan una revisión puntual de quien posee el control de los dominios de los sitios web que dan publicidad y servicios, ya que, de lo anecdótico del caso visitmexico, podríamos pasar a escenarios de riesgo. Como muchas veces sucede en el campo empresarial, los desarrolladores de sitios web suelen poner a su nombre los dominios, ejerciendo un control fáctico y administrativo sobre los mismos.
En materia de marcas, hay que recordar serios problemas que Pemex y la CFE han enfrentado en el pasado, en diversos países, por el nulo control que mostraron respecto de sus signos distintivos, dejando que terceros lograsen registros espurios que limitaron inversiones de las dependencias, en su momento, en esas jurisdicciones.